Metodología de trabajo en los Servicios de Cirugía General

Autores: García Gutiérrez Alejandro, Pardo Gómez Gilberto, Morales Díaz Ignacio A

Fragmento

1. Principios generales 1.1. Todos los Servicios de Cirugía General mantendrán estrechas interrelaciones de trabajo con los de mayor y menor clasificación, así como con los policlínicos y consultorios de los médicos de familia de su área de atención. 1.2. El Jefe de Servicio de Cirugía General de cada hospital está obligado a velar por que se cumplan los Procedimientos de Diagnóstico y Tratamiento aprobados por el Ministerio de Salud Pública. 1.3. La organización garantizará el mantenimiento de la relación médico-paciente, tanto en los servicios externos como en los de hospitalización, para lo cual: 1.3.1. Se brindará, con cierta regularidad, información directa (por el médico) a los familiares, sobre el estado, evolución y pronóstico de su enfermo. 1.3.2. Se dará información directa (del médico al paciente) sobre su enfermedad, operación y demás aspectos de importancia, durante su hospitalización y en el momento de darle el alta (siempre en sentido positivo). En todos los casos de realizarse algún procedimiento investigativo o de tratamiento, se pedirá la autorización al paciente o en caso de estar éste imposibilitado, a sus familiares. 1.3.3. Se remitirá, por una vía segura y confiable, al médico de familia que corresponde al paciente en su área de residencia, información sobre el diagnóstico, resultados de los exámenes complementarios, pronóstico y tratamiento impuesto al paciente, durante su hospitalización y al egreso. 1.3.4. Se autorizará, en los servicios quirúrgicos del país, que todo paciente operado o en estado de gravedad, tenga un acompañante durante un tiempo prudencial, acorde con las características del hospital. Se excluyen los acompañantes en las salas de recuperación y de Terapia Intensiva. 1.3.5. Se garantizará, durante el período perioperatorio inmediato, un sistema de información a los familiares de los operados, con intervalos de 6 h, en cuanto a los pacientes de la sala de terapia intensiva y a los que estén en fase de recuperación. 1.3.6. Se aislarán, siempre que sea posible, del resto de los pacientes, aquéllos que tengan afecciones desagradables, tales como: colostomías, escaras grandes, quemaduras y otras similares. 1.3.7. Se evitarán las curaciones y exploraciones molestas en las salas delante de los demás pacientes. Los pacientes que no puedan movilizarse se aislarán mediante biombos. 1.3.8. Se tratará, por todos los medios, de relacionarse con los enfermos utilizando la palabra paciente o, preferentemente, recordando su nombre y evitando el uso de palabras que eliminan su condición de persona, tales como las expresiones «caso» o identificarlos por el nombre de su enfermedad o el número de la cama. 1.3.9. Al dar de alta a cada paciente operado se le entregará una tarjeta en la que se señale: 1.3.9.1. Nombre 1.3.9.2. Número del expediente clínico. 1.3.9.3. Fecha de la operación 1.3.9.4. Tipo de operación, con su codificación oficial. 1.3.9.5. Fecha en que deberá volver a la consulta. 1.3.9.6. Nombre del cirujano que operó y trató al paciente. 1.3.10. Se reducirá al mínimo la «rotación» de un paciente, tanto el la consulta externa como cuando está ingresado, por diferentes grupos quirúrgicos de una misma especialidad. Además de cumplir estas normas precisas, se procurará desarrollar la relación médico-paciente, incrementando hasta el nivel de excelencia la participación apasionada, en este sentido, de todo los que laboran en Salud Pública: desde el personal auxiliar, pasando por el administrativo, de enfermería y médico, hasta los propios organismos de dirección, considerando todos, como la primera de sus metas a alcanzar, el servir óptimamente a quien constituye el objetivo fundamental de nuestra profesión: el ser humano.

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2006-03-21   |   871 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 44 Núm.2. Abril-Septiembre 2005 Pags. Rev Cubana Cir 2005; 44(2-3)