Fragmento

Al considerar que la publicación en revistas científicas ha sido en sí misma revolucionaria, ya que comunica unidades discretas de conocimiento en mucho menor tiempo que el que se requeriría hacerlo a través de un libro, ha sido en gran parte la razón del número creciente de revistas que se editan en todo el mundo (a principios del siglo XIX existían sólo 100 revistas científicas a nivel mundial y en 1992 más de 100,000 revistas, de las cuales aproximadamente el 25% eran de tipo biomédico). La publicación científica mexicana, de 1990 a 2000, estaba representada, considerando todas las disciplinas, por 32,726 publicaciones y de éstas 4,553 (13.9%) eran de índole médica (cuadro I, figura 1). Esta cifra, considerando el número de las disciplinas, no es despreciable. Quizá el reto no alcanzado es el impacto de lo que publicamos. Pero, los trabajos publicados en revistas científicas (mexicanas o extranjeras), no refleja realmente el quehacer académico de los profesionales dedicados a la Investigación biomédica. Es decir, se publica menos de lo que se produce. Un ejemplo de esta situación, es el hecho que de aproximadamente 220 trabajos libres presentados en los congresos de la agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología, A.C., en 2003 y 2004, publicados como resúmenes, sólo 24 (10.7%) fueron publicados en extenso. Sucede los mismo en otras disciplinas biomédicas.

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2006-05-28   |   899 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.1. Enero-Marzo 2006 Pags. 1-2 Rev Biomed 2006; 17(1)