El viejo de ayer

(Parte 3) 

Autor: Lozano Cardoso Arturo

Fragmento

Como referencia y punto de partida para hablar del viejo de ayer y de hoy, es a través de su cronología. En la Roma Imperial, la esperanza de vida al nacer no rebasaba los 25 años, como el resto del mundo clásico y conocido. Esto no quiere decir que algunos individuos no viviesen hasta los 50 y aún a los 80 años. En la edad media no cambia esta expectativa de vida, subió un poco en el S XVII europeo hasta los 30 años, para pasar a los 35 a la mitad del S XIX. En la ciudad se vivía más que en el campo. La esperanza de vida al nacer, comenzó a calcularse a mediados del S XIX, en el último cuarto de este siglo existió un ligero aumento, y de ahí ha seguido creciendo en todo el mundo. Actualmente, las cifras varían según las clases sociales, en Europa este aumento es mayor que en México y en la India; en el mismo México, la expectativa de vida cambia en algunos estados de la República. En Alemania fue donde aparecieron los primeros cálculos de esperanza de vida al nacer. Un alemán nacido en 1870 podría esperar vivir 35 años, uno nacido en 1880: 37 años, en 1890: 40 años y en 1900: 44 años, estos promedios son semejantes en los demás países industrializados. Para 1950 en los países industrializados era de 65 años; actualmente es de 83 años en mujeres y 76 años en hombres, esto sucede en Japón. Son las condiciones sanitarias y el ecosistema que influyen en estos hechos, aunque no se debe descartar la herencia y los genes como elemento de la longevidad individual.

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2006-05-29   |   226 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 49 Núm.3. Mayo-Junio 2006 Pags. 115-116 Rev Fac Med UNAM 2006; 49(3)