Factores asociados al empleo de medicina complementaria en pacientes de un hospital pediátrico

Autores: Rivera Solís Moisés, Penagos Paniagua Martín de Jesús, Silva Avalos M

Resumen

Objetivo: Establecer la prevalencia y patrones de uso de la medicina complementaria. Diseño: Estudio transversal, observacional y descriptivo. Se aplicó una encuesta para investigar el patrón de uso de la Medicina complementaria. Resultados: De un total de 350 pacientes, el 28.3% (n = 99) recibieron alguna forma de tratamiento complementario. Las entidades donde se emplea más frecuentemente son, el DF (n = 51, p < 0.01) y Morelos (n = 14, p < 0.02); las formas más empleadas fueron herbolaria (52.9%), remedios caseros (22.3%) y homeopatía (9.7%). Las causas principales que llevaron a emplearla, fueron: Infecciones respiratorias (39.4%), y afecciones del tracto digestivo (25.3%). El 67.5% de pacientes la recibieron dentro de los 3 meses previos a la encuesta y el 39.4% lo recibió dos o más veces. El 40.4%, lo hace por costumbres de familia, 39.4% recomendaciones de tercera persona, 11.1% por no mejoría con tratamiento médico. El costo estimado es inferior a $80 pesos en 71.7% de los eventos; y el 8.1% de los pacientes interrumpió el manejo médico establecido. Conclusiones: La Medicina Complementaria es una práctica común; la edad de los padres, el nivel socioeconómico, educativo de los padres o el tipo de enfermedad no son factores asociados; fue más empleada en Morelos y en el DF que en otras entidades. El costo del tratamiento fue igual o inferior, en general no representa un impacto sustancial en la economía de las familias, hubo porcentaje bajo de abandono de la terapia médica; no se pudo concluir que la evolución de la enfermedad se vio modificada, algunos resultados lo sugieren y se requiere de otra investigación para determinar o desechar esta hipótesis.

Palabras clave: Medicina alternativa medicina complementaria.

2006-08-22   |   1,644 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.2. Mayo-Agosto 2003 Pags. 4-11 Arch Invest Pediátr Méx 2003; 6(2)