El tono adecuado

Autor: Zamudio Villanueva Leonardo

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En un ensayo de Luis Cabrera, al final del porfiriato, imagina al héroe del 2 de abril mirando la ciudad desde un balcón del Castillo de Chapultepec y pensando que como él había recorrido México a pie y a caballo, unas veces triunfante y otras derrotado, conocía bien a su pueblo. En esas jornadas se le había hecho la voz de mando y por eso pudo controlar al país después de tantos años de anarquía. Se lamentó de que ninguno de sus allegados tuviera la voz que se requería y se puso triste. Posiblemente presentía lo que vendría después de que él se ausentara. Todo lo anterior me lleva a considerar que el cirujano a través de los años también libra muchas batallas, tantas veces calladas. Al final de las mismas la preguna es: ¿Habré hecho lo que precisamente se necesitaba? La duda aunque pequeña siempre está ahí. Y también el cirujano debe llegar a adquirir voz de mando para usarla en beneficio del enfermo y con el tono adecuado. Muchos de los colegas creen que gritar y ser irrespetuosos es mandar y están equivocados. Aun en los momentos tensos hay que conservar la calma y usar la voz para proseguir con orden y controlar. Hay que evitar ofender. Leonardo Zamudio

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2006-10-24   |   529 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 49 Núm.4. Julio-Agosto 2006 Pags. 174 Rev Fac Med UNAM 2006; 49(4)