Entropía, medicina y economía

Autor: Quijano Narezo Manuel

Fragmento

No es fácil explicar en detalle lo que significa entropía. El diccionario Webster le da tres entradas y el de la Real Academia cree simplificar la cosa diciendo (sin lograrlo): “La magnitud física que multiplicada por la temperatura absoluta de un cuerpo da la energía degradada, o sea, la que no puede convertirse en trabajo si no entra en contacto con un cuerpo más frío”. Hace cincuenta años aquí, Demetrio Sodi y Enrique Cabrera, médicos científicos avanzados en nuestro medio, empezaron a hablar de entropía y nosotros los legos nos entusiasmamos porque parecía una explicación revolucionaria de la vida…lo que nunca fue. Una definición más comprensible es: “Una medida de la energía no disponible en un sistema termodinámico”. En 1824 el francés Sadi Carnot inició la disciplina de la termodinámica con una observación que parece elemental: que el calor se mueve por sí mismo, del cuerpo más caliente hacia el más frío. De ahí nació otra observación más importante, que ello es irreversible, no puede marchar en sentido contrario…en un sistema cerrado; que fue lo que adelantó otro ingeniero francés en 1850, RJ Clausius, introductor del concepto de entropía diciendo que era la medida del orden o del desorden de la energía en un sistema, que siempre tiende al equilibrio. Y los físicos establecieron las dos leyes de la termodinámica, hasta ahora inmutables: la primera, que la energía no se destruye sino se transforma y la segunda, que toda transformación constituye una degradación, una pérdida parcial de la energía total disponible porque no hay una transformación inversa completa, lo que se expresa en una función matemática y eso es la entropía. Y hablar de eso es halagador pues se refiere al intercambio de materia y energía y el que habla de ello cree acercarse a Einstein.

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2006-11-14   |   3,361 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 49 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2006 Pags. 227-228 Rev Fac Med UNAM 2006; 49(6)