Fragmento

Las gomas tienen consistencia similar a la cola cuando se mojan, pero son duras si están secas. Son incoloras e inodoras y no se disuelven en disolventes orgánicos, aunque son muy solubles en agua. La goma arábiga, un exudado de distintas especies de acacia, es un ejemplo característico de las gomas que contienen arabina. En agua forma una solución espesa y límpida; si a ésta se le añade alcohol etílico ligeramente acidificado con ácido clorhídrico, se obtiene arabina. De características parecidas es la ceresina, goma exudada por la corteza de varias especies de Prunus, como el cerezo y el ciruelo. El tragacanto, que se obtiene de varias especies de Astragalus nativas de Turquía e Irán, en particular Astragalus gummifer, es representativo de las gomas que contienen basorina. Las gomorresinas son sustancias que contienen goma y resina, por lo cual sólo son solubles en mezclas de agua y alcohol. Las principales son las llamadas gomas de amoníaco, asafétida, benzoína, gálbano, gutagamba, mirra y sandáraca. El látex, del cual proceden el chicle, el caucho y la gutapercha, es una mezcla de gomorresinas, ceras y grasas. Desde sus inicios la humanidad ha masticado diversas sustancias para limpiar sus dientes, ayudar a la digestión, prevenir mareos o sólo por diversión. En Suecia se descubrió un pedazo de “goma de mascar” de 9,000 años de antigüedad, en el cual aún se observa la marca de los dientes de un adolescente de la Edad de Piedra. La golosina no era otra cosa sino un trozo de dulce resina de abedul. En el norte de Europa se han encontrado trozos de alquitrán con impresiones dentales humanas que datan de 7,000 a 2,000 años a.C., es decir, de la Edad de Piedra a la Edad de Bronce. Los griegos masticaban resinas del árbol llamado mastic, mientras que tanto los mayas, olmecas y los aztecas usaban el chicti o chicle para limpiar los dientes y distraer un rato el hambre o la sed.

Palabras clave: Goma de mascar Astragalus gummifer distingas gomas de mascar.

2006-12-15   |   7,398 visitas   |   127 valoraciones

Vol. 3 Núm.28. Noviembre 2006 Pags. 3 Odont Moder 2006; 3(28)