Editorial

Autor: Otáñez García Jaime

Fragmento

Recién egresado de la Facultad de Medicina de la U.N.A.M. me regresé a mi tierra natal Culiacán, donde ingresé a la Clínica Hospital del I.S.S.S.T.E. a trabajar como médico suplente en el servicio de medicina general donde tuve la fortuna de conocer al Dr. Carlos Zambada Sentíes Cirujano Gastroenterólogo de esa unidad, a quien conocí y conservo su amistad, pues bien esta persona me llamó y me brindó la oportunidad de trabajar en forma privada primero en una clínica y posteriormente en otra donde el laboraba como cirujano y además se desempeñaba como socio de la misma. Persona preparada académicamente e inquieta, se da a la tarea de llevar a cabo un proyecto académico en conjunto con el Lic. Román quien era rector en ese entonces de la Universidad Autónoma de Sinaloa, la realización de una Escuela de Medicina en la Ciudad de Culiacán; porque debo mencionar que a la par también existía el mismo proyecto pero en la Ciudad de los Mochis dirigido por un grupo de médicos y empresarios de esa localidad, el cual a pesar de haberlo iniciado antes no logran aterrizar, desconozco cuales fueron los motivos. El iniciado aquí se aprueba y se pone en marcha por el Lic. Franco como rector, es en ese momento cuando el Dr. Zambada invita a participar a algunos compañeros en la integración de la plantilla de profesores. Nuevamente me hace llegar su invitación para que me integre como profesor comunitario para cuando iniciara sus actividades la Escuela de Medicina. Mucho agradezco esa ayuda nunca lo olvidare. Iniciamos con una escuela pequeña y una infraestructura demasiado modesta pero cobijados por las instalaciones en aquel tiempo semi vacías del Hospital Civil de Culiacán, fueron días difíciles para el inicio de nuestra escuela ya que por un lado existía el apoyo absoluto de las autoridades educativas tanto locales como federales, la sociedad la sentía como una necesidad tanto local como regional debido a que los estudiantes que querían ser médicos tenían que emigrar a otros estados que sí contaban con esa carrera; pero no pensaban así la gran mayoría de los médicos que integraban los diferentes grupos de especialistas de la localidad los cuales suponían que el proyecto era una locura y casi imposible que en nuestro medio se pudiera llevar a cabo la formación de médicos generales. Era un buen principio, 1977.

Palabras clave:

2007-01-13   |   1,028 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.13. Marzo-Junio 2006 Pags. 2 Bol Med UAS 2006; 2(13)