Misoprostol en la inducción y fase latente del trabajo de parto

Autor: Nápoles Méndez Danilo

Fragmento

Al inicio de la década del 30, Kurzrok Lieb (1930), Goldblatt (1933) y Von Euler (1935), trabajando en forma independiente observaron que extractos de las glándulas genitales de mamíferos inducían actividad en preparaciones de músculo liso aislado. Von Euler identificó el compuesto activo como un ácido liposoluble que denominó prostaglandina, al considerar que estas eran producidas por la próstata. La prostaglandina es un término genérico que denomina a una familia de ácidos carboxílicos de 20 átomos de carbono, 5 de los cuales forman un anillo ciclopentano, por lo que se ha tomado como estructura hipotética el ácido prostanoico. Las prostaglandinas endógenas son antacoides y se forman en todos los tejidos, aunque en pequeñas cantidades, así como en líquidos orgánicos y se le conceden múltiples efectos biológicos que abarcan prácticamente todas las funciones del organismo. En el campo de la obstetricia, por sus efectos sobre la actividad contráctil del músculo uterino y la madurez del cérvix, se emplea en muchos lugares del mundo. En 1985 el misoprostol fue por primera vez registrado bajo la marca del fabricante como Cytotec y fue rápidamente aceptado en múltiples países para el tratamiento de la úlcera péptica y en los pacientes que ingerían antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDS). Es verdaderamente sorprendente la cantidad de literatura que actualmente evidencia el uso de misoprostol en el campo de la obstetricia y la ginecología. Parece ser, según opiniones muy autorizadas, la más apropiada de todas las prostaglandinas para emplear en la práctica de esta disciplina.

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2007-01-30   |   1,239 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 32 Núm.2. Mayo-Agosto 2006 Pags. Rev Cubana Obstet Ginecol 2006; 32(2)