Marcadores precoces de ateroesclerosis

Autor: Poblete Silva Raúl

Fragmento

Nadie puede desconocer la alta prevalencia que ha alcanzado en Chile y en la mayoría de los países desarrollados la enfermedad ateroesclerótica, cuyas complicaciones la han convertido en la principal causa de muerte en los adultos. La etapa final de éste habitualmente largo proceso evolutivo inflamatorio será la instalación de una oclusión arterial crónica que, si bien puede aparecer en cualquier territorio lo hace preferentemente en las arterias periféricas, viscerales, coronarias y cerebrovasculares y de allí su importancia, incluso durante sus etapas iniciales o medianas de la enfermedad que, por reducir escasamente el flujo rara vez se harán sintomáticas sólo por éste concepto, a menos que se compliquen. Es frecuente encontrar en ésta enfermedad, incluso durante sus etapas avanzada, que se haga clínicamente evidente en forma tardía y sólo al aparecer una de sus complicaciones embólicas que pueden alertarnos de su presencia, hecho muy infrecuente en sus fases incipientes, y cuyo espectro puede extenderse desde una microembolia o ateroembolismo relativamente menor hasta la embolia masiva que puede conducir a la invalidez e incluso a la muerte. Aunque los episodios embólicos pueden presentarse en cualquier segmento arterial periférico, tanto como en el cardíaco, cerebrovascular y visceral, las manifestaciones clínicas, gravedad y pronóstico pueden diferir en unos y otros, tal como lo hacen sus métodos de estudio y las estrategias terapéuticas.

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2007-02-02   |   710 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 57 Núm.2. Marzo-Abril 2005 Pags. 101-108 Rev Chil Cir 2005; 57(2)