Fragmento

Introducción La curación de heridas es un tema tan antiguo como la historia del hombre. El hombre de Neandertal en Irak 60.000 años A.C. usó hierbas contra las quemaduras y según el papiro de Smith los apósitos datan desde 5000 años A.C. En el antiguo Egipto ya se usaban como apósitos el barro, gomas, resinas, miel, mirra y sustancias oleosas. Por otro lado Hipócrates trataba las heridas con vino, cera de abejas, roble sagrado, aceite y azúcar, escuela que incluso se mantiene hasta nuestros días. La curación de heridas es también un tema muy complicado. La aplicación de apósitos basados en creencias ha hecho que la curación de una herida tenga mucho de ritual y magia. Basados en este hecho Ambroise Pare en 1585 afirma: “Yo curo la herida pero solo Dios la cicatriza”. La complejidad del proceso de cicatrización solo recientemente se ha empezado a entender. En estos últimos 5 años hemos podido asistir a un cambio de actitud frente a esta falta de evidencia que sin duda nos ayudará a entender mejor el problema. Avances en biología molecular e inmunocitoquímica permitirán comprender mejor aun la cascada de eventos celulares, metabólicos y humorales que ocurren en las distintas etapas de la reparación tisular.

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2007-03-22   |   2,644 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 56 Núm.4. Julio-Agosto 2004 Pags. 396-403 Rev Chil Cir 2004; 56(4)