La utilidad de la cicatriz umbilical en la cirugía laparoscópica.

Autores: Weber Sánchez Alejandro, Ávila Melgar José, Valencia Sánchez Salvador, Vázquez Frías José Antonio, Cueto García Jorge

Resumen

La mayor parte de los cirujanos inducen el nemnoperitoneo, con la aguja de Verres por una incisión infra o supraumbilical y sólo un reducido grupo lo hace a través de la cicatriz umbilical. El presente reporte expone la experiencia de los autores utilizándola vía transumbilical y enfatiza sus ventajas y diferencias sobre el abordaje umbilical convencional. Se revisaron los expedientes de los últimos 100 casos de colecistectomía laparoscópica efectuados en diferentes hospitales por nuestro grupo. En 93 casos se utilizó la técnica transumbilical. En cuatro pacientes se encontró una pequeña hernia umbilical sin contenido herniario, que no impidió la utilización del ombligo para inducir el neumoperitoneo. En siete casos en los que existió dificultad para la inserción de aguja en presencia de cirugía previa, se utilizó la técnica semiabierta. En ninguno de los casos existió complicación en la inducción del neumoperitoneo. Sólo en cinco casos se encontró discreta infiltración del peritoneo parietal, sin dificultad para continuar con el procedimiento. No se presentó ningún caso de infección local, hematoma o hernia umbilical. La vía transumbilical para la inducción del neumoparitoneo es útil y segura, fácil de reparar, con bajo índice de infecciones y mejores resultados estéticos. La cicatriz que deja, es casi invisible en el fondo del ombligo y tiene ventajas sobre la incisión supra o infraumbilical que utilizan la mayoría de los cirujanos. Observando las precauciones y utilizando la técnica descrita por los autores, es una forma rápida útil y segura para iniciar los procedimientos de cirugía endoscópica.

Palabras clave: Aguja de Verres nemnoperitoneo cicatriz umbilical colecistectomía laparoscópica cirugía endoscópica.

2003-01-02   |   3,016 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 66 Núm.12. Diciembre 1998 Pags. 503-506 Ginecol Obstet Méx 1998; 66(12)