Autores: Bourlon de los Ríos María Teresa, Bourlon Cuéllar René Alfredo, Gómez Sámano Miguel Ángel, Coronel Ayala Omar Francisco
El carcinoma hepatocelular es la quinta neoplasia con mayor frecuencia en el mundo, responsable de 500,000 muertes al año. A pesar de ser un tumor de crecimiento lento, se identifica clínicamente en estadios avanzados y concomitantes con la cirrosis. El tratamiento curativo es la resección quirúrgica (hepatectomía parcial o hepatectomía total, seguida de trasplante hepático). La posibilidad de resecar el tumor depende de varios factores, éstos incluyen: función hepática, ausencia de metástasis extrahepática, tamaño del hígado residual, disponibilidad de órganos para trasplantar y experiencia del equipo quirúrgico. Los pacientes sin cirrosis pueden tolerar resecciones extensas; la hepatectomía parcial es el primer tratamiento a considerar. El trasplante hepático es exitoso en el tratamiento del carcinoma hepatocelular en estadios tempranos. El trasplante es el único tratamiento que, de manera simultánea, cura la enfermedad neoplásica y la cirrosis o enfermedad hepática concomitante. Son pocos los pacientes con carcinoma hepatocelular que cumplen con los criterios de selección para el trasplante. Los pacientes con un nódulo de carcinoma hepatocelular £5 cm de diámetro, o dos a tres nódulos £3 cm cumplen con los criterios para el trasplante (criterios de Milán); sin embargo, es frecuente la exclusión de la lista mientras esperan. Expandir los criterios de selección resulta en mayor número de pacientes curados a expensas de mayor incidencia de recurrencia. Los métodos para limitar la progresión en los pacientes que se encuentran en la lista de espera incluyen: inyección percutánea de etanol (depende del tamaño del tumor), ablación por radiofrecuencia, quimioembolización y crioterapia.
Palabras clave: Trasplante hepático carcinoma hepatocelular.
2007-05-23 | 1,455 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 22 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2006 Pags. 508-513 Med Int Mex 2006; 22(6)