De periferias y centros posmodernos: conexión o implosión cultural

Autor: Hernández Espinosa Rafael

Fragmento

1. Posmodernidad y paradojas éticas Una vasta producción literaria se ha encargado de describir la condición social y cultural de las sociedades contemporáneas. Se ha hecho énfasis en describirlas como afectadas por una condición posmoderna, caracterizada por una crisis de los valores de la modernidad como son el progreso y la idea del evolucionismo lineal (Reynoso 1998; Lipovetsky 2003). En esta tendencia se niegan los esquemas modernistas, o se relativizan. Otros aspectos que se aluden como característicos de la posmodernidad son un exacerbado hiperindividualismo y la perdida de puntos de referencia (Lipovetsky 2003). Un aspecto exaltado en los estudios pioneros de la posmodernidad es el del nihilismo emergente. Gianni Vattimo (citado por Reynoso 1998), realizó a finales de la década de 1970 una apología del nihilismo caracterizado por una celebración de la muerte del pensamiento humanista. Para los nihilistas el ideal de progreso es algo vacío. El concepto de posthistoria, se refiere a la condición en la cual el progreso se convierte en rutina y la “novedad” ya no tiene nada de revolucionario. Frente a este estado de cosas, para los posmodernos solo queda el nihilismo. Desde esta perspectiva puede argumentarse que existe también un nihilismo moral, caracterizado por la decadencia del humanismo y personalizada por un individualismo irresponsable. Pero desde otra perspectiva, Gilles Lipovetsky (2003) propone que estamos experimentando una nueva retórica moral en la que las acciones éticas suelen combinarse con la diversión, el interés económico y la libertad individual. Este autor asume que no es que se haya inventado una nueva moral, sino que existe una nueva inscripción social de los valores, una nueva regulación social de la ética. En la actualidad, dice Lipovetsky, estamos pasando a una nueva etapa de la historia de la moral, a la cual denomina fase posmoralista. En ese sentido, sociedad posmoralista no significa sociedad posmoral, sino “sociedad que exalta los deseos, el ego, la felicidad y el bienestar individuales, en mayor medida que el ideal de abnegación”. La época posmoralista coincide entonces con la deslegitimación de las morales colectivas sacrifícales, por ejemplo ya no son tan exitosos los llamados a la defensa de la patria y de las soberanías nacionales. Esto se inscribe dentro de lo que este autor propone como la paradoja del caos organizado propio de esta era. En las sociedades posmodernas occidentales existen amplias discrepancias axiológicas, perduran sistemas de valores antagonistas, pero no amenazan de manera fundamental la paz civil. En este sentido la tendencia parece acercarse hacia la pacificación de las costumbres políticas. Un aspecto paradójico es por ejemplo que la moral posmoderna se encuentra reciclada según las leyes del espectáculo, de la distracción mediática. En los maratones de beneficencia transmitidos por televisión, la moral se combina con la fiesta, las estrellas, etc. La paradoja consiste en que “cuanto mayor es la exigencia de autogobernarse, mas tributaria se muestra la vida moral de palabras, de imágenes, de mensajes exteriores a nosotros mismos y finalmente consumidos por nosotros mismos”. Por lo tanto, para Lipovetsky no existe nihilismo moral, sino una pluralidad de morales. La idea del mal no se ha evaporado en la aceptación del todo, la condena a la esclavitud, a la violencia infantil o incluso al libertinaje sexual son aspectos vigentes. En este sentido se propone que la eclosión individualista de los valores y el relativismo posmoderno tiene sus límites. Esto caracterizaría a la cultura posmoralista como un desorden organizador: la libertad frena a la libertad. En resumen, Lipovetsky propone que la época actual, más que un nihilismo moral, crea una moral sin obligación ni sanción, una moral emocional intermitente que se manifiesta sobre todo con ocasión de las grandes aflicciones humanas. Y en este contexto, son los medios los que establecen las prioridades, los que orquestan la generosidad y que movilizan al público de forma intermitente.

Palabras clave: Postmodernismo nihilismo moral posmoderna.

2007-06-28   |   1,724 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.3. Junio 2006 Pags. 109-113 Notas 2006; Especial(3)