Leibniz y la ontología de "la red"

Autor: Navalles Gómez Jahir

Fragmento

Acontecimiento: éxodo al pliegue El acceso a la ‘ontología de la red’ proviene de la expansión gradual, y a la vez irruptiva de los significados que se van disponiendo, siendo engarzados, entremezclados, de alguna manera hibridizados (Doménech, 1998), en constante yuxtaposición de sentidos, de signos y símbolos como entidades en transgresión. Lo que se destila de la ‘ontología de la red’ son relatos y configuraciones continuas de significados en constante reconstrucción. Luego entonces, la ‘ontología de la red’ deviene acontecimiento. Un acontecimiento, a decir de la etimología es un derivado de ‘acontecer’, y significa, de manera paralela, una “contingencia”, es decir ‘algo que puede o no suceder’ (Corominas, 1961, p. 25), asimismo, es algo que también puede “ser o no ser contado” (Tirado y Mora, 2004). Un acontecimiento bien puede también referirse como el punto nodal a partir del cual se desprenden diversas clases de descripciones y de reinterpretaciones de un mismo suceso. Un acontecimiento es un inicio. Y que como todo buen principio lo que hace es facilitar la sistematización del conocimiento, es un apartado a favor de la homogeneidad que se desprendería de tal o cual reflexión, es, en un primer instante, la alusión exacta para poder abordar lo desconocido, luego entonces es un referente que permite conciliar la distancia con respecto a aquello que se pretendería abordar. Pero también es un desenlace, el final del relato, de la descripción sujeta a cambio, y a partir de las diversas modificaciones que surgen o se postulan en el sendero, otras tantas más se consolidan y se disputan la resignificación del sentido en exposición.

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2007-06-28   |   2,066 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.3. Junio 2006 Pags. 133-136 Notas 2006; Especial(3)