Es un error común pensar que la docencia es un “arte intuitivo”. Existen una serie de técnicas didácticas que pueden mejorar el rendimiento educativo. Es importante que el docente conozca las características de sus estudiantes, prepare estrategias para captar la atención del auditorio y se adapte a sus alumnos. Debemos tener en cuenta que la ventana de atención de nuestro auditorio tiene un máximo de 60 minutos y que un adulto sólo aprende los conocimientos que aplica. Si bien una presentación se divide tradicionalmente en tres secciones: introducción, desarrollo y conclusiones, el “peso” pedagógico de estas tres partes no es igual. El principio y el final son, desde un punto de vista de la motivación de su auditorio, los más importantes. La introducción debe ganar la atención del auditorio, establecer la relevancia del tema, plantear los objetivos de la clase y definir la estructura de la charla. Durante el desarrollo de la clase se deben explicar los conceptos, dar ejemplos y excepciones, repasarlos y preparar la transición para el próximo concepto. Las conclusiones deben resumir los puntos principales del desarrollo, contestar las preguntas planteadas por los objetivos y estimular las preguntas del auditorio. Finalmente se debe exponer a la presentación a un “control” de calidad y de filtros de comunicación.
2007-07-06 | 14,650 visitas | 1 valoraciones
Vol. 30 Núm.1. Julio 2007 Pags. Rev Chile Neuroc 2007; 30(1)