Fragmento

Hoy es lunes a la mañana en la terapia pediátrica del hospital. Como todos los lunes, hay gran movimiento, parecería que al comienzo de la semana se debe solucionar todo. Pero hay un clima de inquietud, esta vez parece que es interno, somos siete médicos de planta y en silencio todos pensamos lo mismo: no queremos “que se nos muera” (como decimos en la jerga) L...; sólo tiene 2 años y 4 meses, ingresó hace un año y diez meses por una bronquiolitis por adenovirus y desde el ingreso está ventilado. Comenzó siendo otro paciente de la Unidad, pero ahora la relación es otra, ya es un viejo paciente, con todo lo que ello implica. Como resulta “habitual” (producto de compartir esperanzas y desesperanzas), nos encariñamos con L..., sus padres, abuelos y hermanos. Festejamos su primer año de vida con bajo perfil, a diferencia de los bombos, platillos, hamburguesas y piñatas que trataron de disimular el ambiente hospitalario durante su último cumpleaños.

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2007-07-12   |   635 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 99 Núm.4. Julio-Agosto 2001 Pags. 337-339 Arch Argent Pediatr 2001; 99(4)