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La enfermedad del hígado graso no alcohólico y la forma más agresiva de esta, la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), son problemas que están llegando a ser tema de interés en la comunidad médica en general, especialmente debido a la creciente frecuencia de diabetes y obesidad en la población mundial. Existen fuertes evidencias que vincularían la enfermedad del hígado graso no alcohólico con el tan conocido síndrome metabólico o síndrome X, hasta el punto de aceptar a la esteatosis hepática y su espectro como un elemento más de este último, acompañado de diabetes, hipertensión, hipertrigliceridemia y obesidad. Al parecer la resistencia a la insulina sería lo que estas enfermedades tendrían en común. La EHNA puede ser una enfermedad progresiva, que incrementa el riesgo –en quien la padece– de desarrollar fibrosis progresiva, cirrosis y las complicaciones de la enfermedad hepática terminal. El carcinoma hepatocelular (CHC) es una complicación documentada en pacientes con cirrosis asociado a la EHNA, pero se desconoce la tasa de riesgo. El diagnóstico en el momento actual requiere de la confirmación histológica, lo que además permite estimar la presencia y grado de fibrosis, toda vez que los métodos de imagen y de laboratorio no tienen la precisión deseada. Este año –en la Reunión de Enfermedades Digestivas (DDW) en Washington– se abordaron diferentes aspectos de la enfermedad por hígado graso, por lo que he seleccionado aquellos que, en mi opinión, resultan más relevantes desde el punto de vista clínico.

Palabras clave: Enfermedad del hígado graso no alcohólico esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) carcinoma hepatocelular.

2007-09-04   |   1,368 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 72 Núm.2. Agosto 2007 Pags. 85-88 Rev Gastroenterol Mex 2007; 72(Supl. 1)