Fragmento

En este momento del desarrollo científico - técnico, todo profesional tiene una gran necesidad de información; además, vivimos en un mundo inundado de información, donde a cada minuto, se producen virtualmente toneladas de metros cúbicos de artículos de todo tipo y especialidades, que es imposible seguir, leer, incorporar. Por eso, es de vital importancia que cada profesional sea capaz de identificar sus necesidades de información y realizar búsquedas adecuadas en este caótico y desbordado mundo de la oferta informativa existente hoy. Es en estas circunstancias donde surgen el concepto de alfabetización informacional, un proceso mediante el cual el profesional identifica, en primer lugar, sus necesidades de información, es decir, ¿qué necesita saber? y luego busca, no sin antes responderse la pregunta ¿dónde la busco? y establecer su estrategia de búsqueda; una vez obtenida la información sobre el tema deseado ―no toda le es útil― ahí comienza el proceso de evaluación y selección de la información obtenida que termina con la decisión de desechar lo que no nos aporta nada novedoso, útil, importante o interesante para satisfacer nuestras necesidades de información y, por último, llega la etapa de la aprehensión o de incorporación de la información que es necesaria para continuar nuestro trabajo cotidiano o un proyecto de investigación. Cuando somos capaces de realizar este proceso en forma totalmente independiente, podemos decir que somos profesionales alfabetizados informacionalmente. Esta secuencia, que hemos descrito brevemente, se corresponde con la denominada gestión de información. Ahora, ¿dónde se inserta esto en el curso de la investigación científica?

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2007-11-23   |   691 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 16 Núm.2. Agosto 2007 Pags. Acimed 2007; 16(2)