Jack Kilby, el precursor de los microchips

Autores: Santovenia Díaz Javier Ramón, Cañedo Andalia Rubén, Aguiar Cedeño Jorge D

Fragmento

Los microchips se utilizan en todas las esferas de la vida moderna: en los equipos médicos, los teléfonos celulares, los juguetes y en casi todos los equipos modernos. La medicina, por ejemplo, es un campo formidable de aplicación para esta tecnología, ellos invaden con sus posibilidades los centros de investigación, clínicas, laboratorios y hasta la vida de los pacientes con el objetivo de elevar su calidad de vida. Se han desarrollado microchips con el objetivo de diagnosticar y seguir diversas enfermedades, para realizar diversos análisis del ADN, por ejemplo; así como para almacenar datos médicos sobre los pacientes. Según la American MedicalAssociation (AMA), estos dispositivos del tamaño de un grano de arroz, implantados en la piel del paciente, pueden suministrar a los galenos la información médica pertinente sobre las enfermedades crónicas que sufren los pacientes en caso de una emergencia. Estos avances, que hoy parecen comunes y previsibles a gran escala, se deben al ingenio de Jack Kilby, nacido en Jefferson City, Missouri, el día 8 de noviembre de 1923 y doctorado en ingeniería a los 27 años en la Universidad de Wisconsin. El 12 de septiembre de 1958, Jack Kilby, que laboraba para la empresa Texas Instruments, completó el primer circuito integrado monolítico, sustituto de los tubos al vacío. El invento consistía de tan solo un transistor y otros componentes, montados en una placa de germanio. Este pequeño dispositivo -aproximadamente 12 x 1.5 mm- revolucionó la industria electrónica. Con anterioridad, en la década de la Segunda Guerra Mundial, los elementos más comunes de los equipos electrónicos de la época eran los llamados tubos al vacío.

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2008-01-09   |   1,028 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 16 Núm.3. Septiembre 2007 Pags. Acimed 2007; 16(3)