Resumen

Los pacientes que sobreviven a un IAM tienen mayor riesgo de padecer otro evento a corto plazo; la práctica demuestra que el IAM de cara inferior es el que tiene menos complicación hemodinámica y es el que menos secuelas deja en el paciente. Esto se consigue estimulando un estilo de vida más saludable, optimizando la terapia con medicamentos e integrando el paciente a su ambiente familiar, social y laboral. Es importante controlar los factores de riesgo: dislipidemia, hipertensión arterial y tabaquismo, así como el peso corporal y el estrés. El objetivo principal es rehabilitar los pacientes, para que puedan retomar una vida activa, productiva y satisfactoria, disminuyendo el riesgo de nuevos eventos en un proceso que incluye: entrenamiento físico, educación y cambios en el estilo de vida, tales como: mejoría de la capacidad física, creación de hábitos de ejercicio, modificación de factores de riesgo con mejoría del nivel lipídico, peso, glicemia, presión sanguínea y tabaquismo. Para ello se utiliza el protocolo de la rehabilitación cardiaca: Fase I: Se inicia inmediatamente, se realizan con movimientos de los miembros, ejercicios en la cama. Su propósito es reducir los efectos del des-acondicionamiento. Fase II: Periodo de convalecencia. La actividad física se prescribe luego de determinar el perfil de riesgo, Esto se determina dependiendo de la frecuencia, duración e intensidad, de saber cuáles medicinas afectan el ejercicio, la dieta, el inicio de una vida sexual, así como la modificación de los factores de riesgo.

Palabras clave: Infarto agudo de miocardio de cara inferior auto cuidado rehabilitación cardiaca factores de riesgo ejercicio modificación del estilo de vida.

2008-03-13   |   5,076 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 7 Núm.15. Diciembre 2007 Pags. 7-17 Arch Med Manizales 2007; 7(15)