Fragmento

Hemos tenido hoy un trabajo de mucha calidad y de agradable presentación, concordante con la excelente calidad humana de su autor, a quien debo agradecer atenciones que me ha prodigado y que me han sacado de situaciones muy difíciles. Pocas personas se han dedicado con tanto entusiasmo y tanta minucia al estudio de la peculiaridades patológicas de las cortes europeas; dan fe varios libros publicados al respecto y éste sobre la Corte Española resulta igualmente agradable e igualmente colmado de datos, de fechas precisas, de manera que es al mismo tiempo una historia sabrosa y un libro serio de consulta para quien quiera enterarse de los pormenores de la pésima salud de quienes gobernaron gran parte del mundo conocido durante varias centurias. No puede uno menos que preguntarse ante este acervo de datos, qué habría pasado en la España Continental y en los Países Bajos que alguna vez fueron España, en nuestras tierras americanas y en las Filipinas, sino hubiéramos tenido personajes tan endebles, tan enclenques cuyas mentes evidentemente debieron sufrir por la escasa calidad de los cuerpos en los que estaban y que no dieron la talla para comprender y para dirigir un imperio tan rico como el que les tocó. Algunos comentaristas dicen que el oro de las Españas, es decir el oro de América nuestro oro, fue a dar sin ninguna parada desde América a los bolsillos de los banqueros alemanes e italianos y cabe la pregunta de si en ese tránsito apresurado, del cual quedó para la España Continental muy poco y para nuestras tierras menos, no tuvieron mucho que ver los defectos físicos y mentales de estos soberanos.

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2008-03-27   |   746 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 26 Núm.3. Septiembre 2004 Pags. 189 Medicina Ac. Col. 2004; 26(3)