La retroalimentación y el refuerzo positivo en la enseñanza de la cirugía

Autor: Rodríguez Wong Ulises

Fragmento

Aún recuerdo aquella mañana en la que nuestro maestro de Nosología Quirúrgica, en el Hospital Juárez, el Dr. Jesús Acosta Ysais, nos pidió que sacáramos una hoja en blanco porque nos iba a realizar un examen sorpresa, desde luego todos protestamos, pero nuestras protestas fueron inútiles y el examen sorpresa fue aplicado, nos retiramos del salón un poco tristes porque sabíamos que nuestras calificaciones no serían muy buenas. A la mañana siguiente, el Dr. Acosta nos volvió a pedir que sacáramos una hoja en blanco porque nos iba a aplicar un nuevo examen sorpresa, esta vez nuestras protestas fueron mayores, pero como en la ocasión anterior, no sirvieron de nada y tuvimos que hacer el examen; pero en esta ocasión nuestra sorpresa fue mayúscula al ver que era el mismo examen que nos había aplicado el día anterior, como era de suponer, no habíamos estudiado y nuestras calificaciones fueron igual de malas que en el examen anterior. La verdadera lección que aprendimos es que el día que tuvimos el primer examen, deberíamos haber buscado esa misma tarde las respuestas correctas y era nuestra obligación haber sacado diez en el examen del día siguiente. El proceso de enseñanza en la medicina nunca termina, constantemente estamos aprendiendo cosas nuevas y ampliando nuestra experiencia, que nos permitirá tomar decisiones y establecer diagnósticos de una manera más precisa. La retroalimentación del conocimiento médico también es un proceso constante, que se ve reforzado con las experiencias del médico en el área clínica; a un alumno jamás se le olvidará el concepto de ictericia si lo asocia con la imagen de algún paciente ictérico, con su semblante o con el color de las conjuntivas.

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2008-04-14   |   3,609 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 75 Núm.1. Enero-Marzo 2008 Pags. 3 Rev Hosp Jua Mex 2008; 75(1)