La escuela de medicina y el hospital

Autor: Karchmer Krivitzky Samuel

Fragmento

De la secular escuela empírica y dogmática en donde destacados médicos, cada uno con sus propias ideas y experiencias iban modelando paso a paso, a base de contacto personal frente al caso clínico, la destreza y el cimiento conceptual del nuevo médico, poco o tal vez nada queda; en nuestra diversificada sociedad de masas, la escuela médica es también masiva y polimorfa. Debe familiarizarse al neófito primero con las ciencias biológicas y después con la medicina; en ella también reina la prisa y el cúmulo analítico amedrenta con razón al más medodado estudiante. El maestro ya no puede serlo sin esfuerzos adicionales al simple ejercicio profesional, ni puede evolucionar solo con la meditación y la edad identificada más a menudo como simple envejecimiento que como garantía de experiencia y madurez. En una sola generación se mudan varias veces los conceptos y las técnicas y se agigantan los contenidos de cada sector, dando así lugar a la progresiva especialización. Mientras el trabajo científico, aprisionado en la triunfal tecnología, se mueva en la dirección del análisis cada vez más fino, será inexorable esa fragmentación cuya resultante, ha de ser el progresivo alejamiento de la imagen total del ser humano. Es el proceso por muchos interpretado como la des-humanización de la medicina y por otros, menos pesimistas, aceptado como el arduo nuevo sendero por el cual habremos de llegar a la comprensión de una nueva biología y tal vez, ambiciosamente, al conocimiento más real, más profundo de la naturaleza humana.

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2008-05-05   |   733 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.1. Enero-Febrero 2008 Pags. 1-2 Psiquis 2008; 17(1)