Mortalidad perinatal en el Hospital de Ginecoobstetricia núm. 3 de Monterrey, Nuevo León (2002-2006)

Autores: Gutiérrez Saucedo María Elena, Hernández Herrera Ricardo Jorge, Luna García Sergio Arturo, Flores Santos Roberto, Alcalá Galván Luis Gerardo, Martínez Gaytán Victoria

Resumen

Antecedentes: El periodo perinatal va de la semana 22 de la gestación al séptimo día de vida extrauterina. La mortalidad perinatal es un indicador de la calidad de la atención materna infantil en los sistemas de salud en una población. Objetivo: Conocer las tasas de muerte fetal, neonatal temprana perinatal, además de las principales causas de muerte. Pacientes y métodos: Estudio descriptivo y retrospectivo efectuado en la Unidad Médica de Alta Especialidad núm. 23 del IMSS (Monterrey, Nuevo León), de enero de 2002 a diciembre de 2006. Las tasas de mortalidad se estimaron por 1,000 nacimientos o 1,000 nacidos vivos, para los periodos fetal, perinatal o neonatal, respectivamente. Resultados: Se registraron 1,681 muertes: 747 fetales y 934 neonatales. Entre las fetales, 219 (29.3%) ocurrieron antes de la semana 27 de gestación, y 528 (70.6%) después. Entre las neonatales, 360 (38.5%) fueron antes de la semana 27 de gestación, 320 (34.2%) entre las semanas 28 y 35, y 254 (27.1%) después de la semana 36. Setecientos sesenta y cuatro neonatos (881.77%) fallecieron entre los días 0 a 6, y 170 (118%) entre los 7 y 27 días de vida. Las tasas de mortalidad fetal, neonatal, neonatal temprana y neonatal tardía fueron 7.2, 9.08, 7.42 .665 por 1,000 nacidos vivos, respectivamente, la tasa de mortalidad perinatal fue de 14.58 por 1,000 nacimientos. Conclusiones: Las tasas de muerte fetal, neonatal temprana y perinatal encontradas en este trabajo estuvieron por debajo de la media nacional. Las dos principales causas de mortalidad neonatal (70%) fueron: efectos congénitos y prematuridad.

Palabras clave: Mortalidad fetal neonatal y perinatal.

2008-05-22   |   2,721 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 76 Núm.5. Mayo 2008 Pags. 243-248 Ginecol Obstet Méx 2008; 76(5)