¡La semilla germinó… está comenzando a crecer!

Autor: Rodríguez Zepeda Martín Eugenio

Fragmento

La naturaleza, los seres humanos y la sociedad están en cambio constante, parte de éste es inherente al ciclo biológico y a la evolución natural, pero otra parte del mismo es atribuible a la voluntad humana y tiene mucho que ver con las decisiones que a diario tomamos y que marcan nuestra vida personal, familiar, social, económica y cultural y la de los demás que están a nuestro alrededor. Esta potestad de poder incidir sobre nuestro ambiente y sobre otros seres, convierten nuestras decisiones y acciones en un proceso intencionado hacia el logro de un fin. Por ejemplo, cuando sembramos una semilla, esperamos ver que crezca la planta, se desarrolle, de sus frutos y se reproduzca, para lo cual debemos proporcionarle el medio y los cuidados adecuados, especialmente en sus primeras etapas de vida; regándola cuando le falta agua, eliminando la maleza, abonándola, protegiéndola de las plagas, limpiándola, quitándole las hojas secas y tratando que se desarrollo en un ambiente apropiado. De forma similar, las organizaciones en las cuales nos desenvolvemos, tienen propósitos definidos y su progreso y desarrollo tiene mucho que ver con las decisiones que se toman en los momentos necesarias y oportunos en apoyo a los procesos que las dinamizan y son las que marcan el devenir y la proyección futura de las mismas.

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2008-05-30   |   1,182 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.5. Diciembre 2006 Pags. 6 Crea cienc 2006; 3(5)