Más allá del dogma central de la biología molecular

Autor: Lara Díaz Víctor J

Fragmento

“Las suposiciones pueden ser peligrosas, especialmente en la ciencia. Generalmente se originan en la interpretación más plausible o cómoda de los hechos evidentes. Pero cuando su verdad no admite prueba inmediata, o sus defectos no son obvios, se transforman en un artículo de fe, y las nuevas observaciones se acomodan a sus predicciones. Eventualmente, si el volumen de información comprometida es insostenible, la ortodoxia sufre un colapso”, este es el comentario de John S. Mattick, en uno de sus artículos de divulgación sobre el tema que nos ocupa. El dogma central de la biología molecular, postulado por Francis Crick, definió una vía general para la expresión de la información genética almacenada en el ADN, transcrita hacia mARNs temporales y decodificada en los ribosomas con la ayuda de ARNs adaptadores (tARNs) para producir proteínas, que a su vez llevarían a cabo todas las funciones catalíticas y estructurales de la célula. De acuerdo a este punto de vista, los ARNs jugarían más bien un papel accesorio, y la complejidad de un organismo dado estaría definida solamente por el número de proteínas codificadas por su genoma, de acuerdo a la hipótesis de “un gen–una proteína”.

Palabras clave: ADN ARN genética genoma genes humano.

2008-06-17   |   3,570 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.13. Septiembre-Diciembre 2007 Pags. 34-40 Revista AVANCES 2007; 4(13)