Hormonas del eje hipotálamo-hipófisis gonadal y síndrome climatérico

Autores: Navarro Despaigne Daysi Antonia, Santana Pérez Felipe, Padrón Durán Rubén S, Cabrera Gámez Maité

Resumen

Las manifestaciones clínicas del síndrome climatérico (SC) se consideran expresión de los cambios neuroendocrinos consecutivos al cese de la función reproductiva, por tanto, sería de esperar que la intensidad del SC tenga relación con el hipoestrogenismo o los niveles de gonadotropinas. Con el objetivo de relacionar niveles de estradiol y gonadotropinas con la intensidad de los síntomas climatéricos, se realizó un estudio descriptivo transversal entre septiembre de 2005 y agosto de 2006 en un grupo constituido por 48 mujeres posmenopáusicas provenientes de la Clínica de Climaterio y Osteoporosis del INE, con edades entre 41 y 59 años, sanas y sin tratamiento hormonal de reemplazo. Para la evaluación del SC se utilizó la escala de Pérez Piñeiro, y se determinaron niveles plasmáticos de FSH y LH mediante ensayo inmunoradiométrico (IRMA) y de estradiol por radioinmunoensayo (RIA). Se utilizaron la media, desviación estándar, y la mediana. Para el análisis de correlación se utilizó la prueba de rango de signo de Wilcoxon y el test de Mann-Whitney. La mediana de los niveles de FSH fueron de 77,0 UI/L y los de LH de 37,7 UI/L, los valores medios de estradiol fueron de 14,8 pmol/L. Respecto a la intensidad de los síntomas climatéricos, el grado ligero fue el más frecuente (50 %), seguido del moderado (33,3 %) y finalmente el severo (16,7 %). No se encontró correlación entre los niveles de gonadotropinas ni estradiol con el grado de severidad de los síntomas climatéricos. En conclusión, no se demostró que el patrón hormonal del eje hipotálamo hipofiso ovárico posterior a la menopausia influyera en la intensidad de los síntomas climatéricos.

Palabras clave: Síndrome climatérico gonadotropinas estradiol.

2008-07-19   |   2,868 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 18 Núm.3. Septiembre-Diciembre 2007 Pags. . Rev Cubana Endocrinol 2007; 18(3)