Fragmento

Los síntomas de inatención y de hiperactividad-impulsividad constituyen una característica frecuente en la población escolar. Por esta razón, en primera instancia, los clínicos deben determinar, de un lado, si un niño o un adolescente con estos síntomas reúne los criterios suficientes para ser considerados problemáticos y tributarios de alguna intervención. Por otra parte debe discriminar si se trata de un síndrome o un trastorno; es decir, si existen argumentos que apoyen un origen familiar o idiopático, o si corresponden más bien a un origen secundario o sintomático. Son numerosas las condiciones estructurales, endocrinas, tóxicas, metabólicas, traumáticas, encefalopáticas, cromosómicas, entre otras, que generan síntomas de este tipo. Sin contar la presencia de otros trastornos disruptivos del comportamiento (trastorno negativista, trastorno disocial, trastorno de adapatación, trastorno afectivo bipolar, etc) que pueden confundir al clínico. La investigación de la prevalencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o del síndrome por déficit de atención con hiperactividad (SDAH) amerita, en primera instancia, definir con claridad qué es lo que se esta investigando: prevalencia o la simple medición de la frecuencia sin propósito inferencial. Si se investiga la prevalencia hay que velar por el mantenimiento de un principio no negociable en la realización de este tipo de estudios que, por su naturaleza, implican la elaboración de inferencias a la población.

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2009-01-10   |   547 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 24 Núm.1. Enero 2008 Pags. 1-5. Acta Neurol Colomb 2008; 24(1)