Fragmento

No fue hace mucho tiempo, en algún lugar de Michoacán, cuando por la puerta del consultorio del Dr. Ernesto Jiménez Robles entró su hija Ernestina y señalando la ventana, le preguntó: «¿Qué hay detrás de los montes?» Él la miró por encima de sus anteojos y le respondió: «La Ciudad de México» tal vez creyendo que con esto Ernestina estuviera satisfecha, pero no fue así, ya que inmediatamente le preguntó señalando cada uno de los puntos cardinales «y atrás de esos montes, y de esos, y de esos». El Dr. Ernesto a cada una de las preguntas le respondió: «Atrás de esos montes está Paris, de esos el DF…» y así, sucesivamente. Ernestina Jiménez Olivares nació en un pueblito de Michoacán. Criada en un ambiente médico y culto, recordaba que de niña su padre le leía pasajes del Quijote, mientras otros niños se dedicaban a las labores propias de la infancia. En su adolescencia no dudó en colaborar al lado de él en la práctica médica. Inspirada e impulsada por eso, estudió la carrera de Medicina en la Facultad de Medicina de la UNAM donde recibió su título profesional. Al año siguiente de titularse, decidió realizar su internado rotatorio en Chicago, Illinois, sabiendo de inglés «lo poco que aprendió en la escuela». Su intención primaria era la de realizar la especialidad en Psiquiatría en Estados Unidos, pero una vez terminado su internado, el destino y sus caminos la llevaron mejor a Paris. Armada de un muy básico conocimiento del francés y del deseo de volverse psiquiatra, llegó a la ciudad que, hasta el último, fue su más profundo amor.

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2009-01-22   |   1,098 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 17 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2008 Pags. 171-172 Psiquis 2008; 17(6)