El médico mexicano promedio que se dedica a la atención de pacientes, por lo general hace uso de su bagaje de conocimientos clínicos, sin tener en cuenta la información científica, estadística o epidemiológica; tampoco hace uso de las herramientas que nos proporciona la Medicina Basada en la Evidencia, sus decisiones son dicotómicas del todo o nada. No se permite a sí mismo alguna indecisión y actúa con un alto grado de incertidumbre, sus decisiones por lo regular no son documentadas y utiliza su “experiencia” con base en probabilidades sin fundamento científico. Esto último hace pensar que el médico clínico, de forma intuitiva, utiliza el razonamiento epidemiológico sin sospecharlo ni conocerlo. Hoy día, es posible cuestionar a los médicos sobre diferentes temas y su índice de acertividad es muy bajo, sobre todo en los aspectos básicos en los que desarrolla su profesión, por ejemplo, en los temas como: etiología, prevención, diagnóstico, tratamiento, pronóstico y rehabilitación. Esto advierte la necesidad de estar al tanto de las múltiples situaciones que pueden generar decisiones erradas o sesgadas. De ahí la necesidad de mantenerse al día de manera integral en los aspectos de la profesión, que no son pocos, ya que la medicina presenta adelantos a diario; pero, es tan abundante la publicación de artículos científicos en salud, que el médico se ve rebasado ante la necesidad de precisar su lectura, tiene que ser más selectivo y saber discriminar con agilidad el trigo de la paja.
2009-02-18 | 1,267 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.1. Enero-Marzo 2009 Pags. 7-8 Rev Eviden Invest Clin 2009; 2(1)