Impacto de la inmunización con vacuna conjugada de neumococo

Autor: Hernández Porras Marte

Fragmento

En lactantes menores y mayores el Streptococcus pneumoniae es la principal causa bacteriana de meningitis, neumonía, artritis y sinusitis otitis media aguda dentro de las patologías más frecuentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año mueren 1.2 millones de niños menores de 5 años de edad a consecuencia de enfermedad por neumococo. En la actualidad la prevención de la enfermedad invasiva por neumococo en menores de 2 años está establecida por una vacuna neumocóccica conjugada heptavalente, la cual se encuentra conjugada con una proteína portadora CRM197, que es una variante no dañina de la toxina diftérica aislada de cultivos de Corynebacterium diphtheriae purificada mediante ultrafiltración. La conjugación induce a la formación de anticuerpos tipo–específicos que se fijan al polisacárido correspondiente sobre la superficie de la bacteria y propician las reacciones de opsonización, fagocitosis y destrucción de los microorganismos encapsulados. En Estados Unidos, antes de que se iniciara la inmunización con la vacuna conjugada de neumococo, la incidencia de enfermedad invasiva en niños menores de 12 meses era de 165/100,000; en niños de 1 a 2 años era de 203/100,000 y en niños de 2 a 4 años de edad era de 35.2/100,000; con una tendencia a la baja entre los 5 y 17 años con 3.9/100,000. La vacuna conjugada de neumococo heptavalente fue introducida en los Estados Unidos de Norteamérica en febrero del 2000 con un esquema de 4 dosis (2, 4, 6 y un refuerzo entre los 12 y 15 meses de edad). Muchos niños fueron vacunados entre agosto del 2001 y septiembre del 2004 con esquemas diferentes a los establecidos en los estudios clínicos por desabasto de la vacuna. Con estos antecedentes se iniciaron varios esquemas de vacunación. En la actualidad varios países siguen el esquema 2-4-6 meses y un refuerzo a los 12-15 meses; (4 dosis) y otros el de 2-4 meses y un refuerzo a los 12 meses.

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2009-04-08   |   1,606 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 22 Núm.87. Enero-Marzo 2009 Pags. 67 Rev Enfer Infec Pediatr 2009; XXII(87)