¿Por qué trabajamos? El trabajo entre el estrés y la felicidad

(Francisco Alonso-Fernández, Ediciones Díaz de Santos, España, 305 págs.) 

Autor: Minaya Hernández Omar

Fragmento

El autor propone que la instalación universal del trabajo, como un deber social y un derecho personal ha sufrido una favorable evolución histórica. La conquista del bienestar y la aproximación a la felicidad se realizan a través de cuatro dimensiones de la vida humana convergentes en la síntesis del proyecto vital: el trabajo, el descanso, la interacción social y el tiempo libre, con un sentido respectivo de actividad productiva apropiada, reposición de energía a través de un buen dormir, relaciones afectivas de estimación, amistad o amor y el adecuado cultivo de sí mismo en los estratos físico, psíquico y espiritual. Freud mencionó que una persona sana es aquella que puede ser capaz de «amar y trabajar». La capacidad de trabajar es hoy un parámetro de salud psicofísica fundamental, cada vez más valorado por la sociedad. Amor y trabajo representan un premio de aproximación a la felicidad o tal vez la felicidad misma. A partir del primer tercio del siglo XIX, el trabajo ha perdido su conexión con el tripalium, el tormento de los malditos, para convertirse en una tarea generalizada del conjunto de la población desempeñada con más ardor placentero que pena y como una clave de la felicidad vital, que afianza la identidad y despeja del riesgo de sufrir discriminación o segregación.

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2009-12-01   |   818 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 32 Núm.5. Octubre-Noviembre 2009 Pags. 439-440 Salud Ment 2009; 32(5)