Fragmento

La atención a la salud en México y en el Mundo actual enfrenta desafíos importantes frente a la constante evolución del entorno mundial y nacional que condicionan cambios y transformaciones en los ya de por sí complejos problemas de salud. La predominancia de enfermedades crónico degenerativas y lesiones, asociadas al envejecimiento poblacional, la desigualdad de oportunidades y el incremento en los niveles de violencia e inseguridad, condicionan daños a la salud que requieren, con gran frecuencia, de una atención compleja, de larga duración, costosa, y que exige el empleo de altas tecnologías. El Servicio de Sanidad, ahora como en el pasado, debe responder con firmeza, oportunidad y eficiencia a dichos retos, con base en el desarrollo de estrategias sistemáticas e integrales que fortalezcan y amplíen la lucha contra riesgos sanitarios, favorezcan la cultura de la salud e impulsen el desarrollo de oportunidades para elegir estilos de vida saludables. Sin embargo, el entorno de las fuerzas armadas con la complejidad en sus diversos escenarios que lleva al soldado y al mando a enfrentar situaciones extremas en las cuales se espera y se exige el mejor desempeño, requiere del Servicio de Sanidad respuestas igualmente complejas y altamente eficientes acordes con el desarrollo actual de la Medicina Militar, como disciplina que aborda la problemática de salud de las fuerzas armadas. El Servicio de Sanidad debe responder al formidable reto que le plantea este momento histórico con excelencia, con humanismo y con una sólida identidad institucional. Con excelencia en la prestación de los servicios de salud que denoten calidad, eficiencia, oportunidad y conocimiento. A la adopción y práctica del modelo de calidad en la atención clínica de los pacientes debe sumarse el desarrollo de actividades educacionales y de investigación que generen conocimiento nuevo, reafirmen lo ya adquirido y retroalimenten el proceso de atención para contribuir a su mejora continua. Con humanismo como principio fundamental que garantice el respeto de la autonomía y la confidencialidad en la atención de los pacientes y sus familias. Todo profesional de la salud debe adoptar una actitud de calidez, de empatía y de compasividad para con sus enfermos y sus familias, y debe buscar, optar y aprovechar todas las oportunidades posibles para desarrollar dichas capacidades, además de revisar y reafirmar continuamente el código de valores de su profesión y especialidad así como de los principios que tutelas el derecho a la salud.

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2009-12-08   |   917 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 63 Núm.4. Julio-Agosto 2009 Pags. 147 Rev Sanid Milit Mex 2009; 63(4)