Autor: Solórzano Santos Fortino
Los avances médicos y tecnológicos aplicados en la atención de pacientes críticamente enfermos han favorecido una mayor supervivencia y estancias más prolongadas en las unidades de cuidados intensivos. Sin embargo, la utilización de diversas estrategias de tratamiento (dispositivos intravasculares, ventilación mecánica, antibióticos de amplio espectro, nutrición parenteral, entre otras) sumada a la presencia de otros factores de comorbilidad en los pacientes ingresados en estas unidades (recién nacidos, prematurez, bajo peso, edad avanzada, tratamientos inmunosupresores, malformaciones de tubo digestivo, entre otros) han favorecido la aparición de infecciones fúngicas. Lamentablemente, la mortalidad cruda por candidemia es muy elevada (de 40 a 75% de los casos), en especial en los recién nacidos. En la mayoría de las unidades hospitalarias, las levaduras del género Candida constituyen el principal patógeno responsable de enfermedad invasora. Las tasas de infección por Candida spp. son muy variables de acuerdo con cada hospital y país analizados; sin embargo, en casi todos, alrededor de 50 a 60% de las candidemias se detectan en las unidades de cuidados intensivos.1-3 Candida albicans es la principal especie identificada en más de 50% de los casos. Otras especies, como Candida parapsilosis, representa de 20 a 40% de los casos, Candida glabrata menos de 10%; y Candida krusei menos de 5%. La mortalidad es mayor cuando se aíslan en el enfermo especies distintas a C. albicans. En los hospitales de tercer nivel, donde se ha incrementado la atención de pacientes con diversos grados de inmunocompromiso, otro hongo aislado con frecuencia es Aspergillus spp.
2009-12-11 | 2,304 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 28 Núm.4. Octubre-Diciembre 2008 Pags. 129 Enf Inf Microbiol 2008; 28(4)