Amibas de vida libre en seres humanos

Autores: Peralta Rodríguez Mónica Liliana, Ayala Oviedo Jaime de Jesús

Resumen

Entre las enfermedades graves, peligrosas y de gran importancia epidemiológica se encuentran la meningitis y la encefalitis, que pueden llevar a invalidez o muerte. Los agentes etiológicos que las producen generalmente son bacterias, virus y hongos. En cuanto a los protozoos causantes de meningitis y encefalitis, se encuentran las amibas de vida libre. Los individuos infectados con estas amibas tienen como antecedente el haber tenido contacto con aguas contaminadas en días recientes, especialmente de piscinas o aguas termales. Naegleria fowleri parasita a individuos aparentemente saludables, niños o jóvenes y es la causante de meningoencefalitis amebiana primaria, que se caracteriza por su rápida evolución y luego la muerte. Algunas especies del género Acanthamoeba, Balamuthia mandrillaris, y recientemente Sappinia pedata, producen encefalitis amebiana granulomatosa, que se presenta de forma subaguda o crónica; generalmente parasitan a individuos inmunosuprimidos. Además, ciertas especies de Acanthamoeba producen queratitis, que se confunden con las producidas por Herpes simplex u hongos. Estas amibas también causan infecciones severas en pulmones, oídos, piel y nariz. El diagnóstico de estas amibas en la mayoría de los casos se hace después de la muerte de los individuos infectados. En cuanto a su tratamiento, se han empleado combinaciones de varios antimicrobianos con resultados poco alentadores. Estas amibas no son lo suficientemente conocidas por el personal de salud, por lo tanto, en esta revisión se pretende evidenciar los aspectos más relevantes de éstas, ya que puede haber subdiagnóstico o confusión con otros agentes etiológicos y no sospechar de la presencia de amibas de vida libre.

Palabras clave: Amibas de vida libre Naegleria fowleri Acanthamoeba Meningoencefalitis.

2010-02-18   |   1,800 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 25 Núm.2. Julio-Diciembre 2009 Pags. 280-292 Salud Uninorte 2009; 25(2)