Agua, como un riesgo para la salud

Autor: Coutiño Rodríguez Elda María del Rocío

Fragmento

El agua es uno de los elementos vitales, sin ella la forma de vida que concebimos no existiría. Hace más de 2,500 años, Tales de Mileto la consideraba como “el principio de todo lo que existe”, y el Coran (Sura 21:30) menciona “Hicimos de agua a cada ser vivo”. De acuerdo con las teorías del origen de la vida, ésta tuvo sus orígenes en el agua y como sabemos no se puede dar ningún proceso biológico en su ausencia, todos los procesos bioquímicos requieren de ella. No es un hecho fortuito que la superficie de la Tierra, conocida como el planeta azul, esté rodeada en más del 70% de agua; lo mismo que el cuerpo humano esté formado de agua en más del 60% en la edad adulta y al nacer este porcentaje sea alrededor del 75%. Además en la atmósfera existen cantidades elevadas de agua, alrededor de 12,550 km cúbicos en forma de vapor: Sin embargo, su distribución no es equitativa en la tierra, depende de muchos factores. Las propiedades del agua se deben a su estructura química, formada de dos átomos de hidrógeno y uno de oxigeno (H2O) unidos por enlaces covalentes. Las características electronegativas del oxígeno y del hidrógeno, le confiere propiedades fisicoquímicas únicas como la formación de cargas parciales o densidades electrónicas que intervienen en la formación de puentes de hidrogeno entre sus propias moléculas y con otras. Por esta propiedad, las moléculas se pueden clasificar como no polares, insolubles en agua, y polares, aquellas que tienen afinidad al agua y son solubles en ésta. Por otra parte, a partir de la disociación del agua se elabora la escala de pH donde el punto de neutralidad lo constituye el agua. Esta propiedad permite no sólo el desarrollo de los diferentes organismos que dependen de valores estrictos de pH, sino de ser considerada como el disolvente universal y vehículo de transporte para muchos compuestos vitales, y no entre ellos los contaminantes, tanto químicos como biológicos, provenientes de distintas fuentes emisoras que alcanzan los suelos y la atmósfera. Igualmente dadas las propiedades fisicoquímicas inherentes a ésta se pueden encontrar en forma líquida como agua salada en océanos, mares y marismas, y en forma dulce en manantiales, ríos, lagunas y lagos; en forma gaseosa en nubes, en la humedad relativa de la atmósfera, y finalmente en forma sólida como hielo congelado en los polos y en los nevados y glaciares de algunas montañas.

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2010-04-01   |   696 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 8 Núm.1. Enero-Junio 2008 Pags. 5-13. Rev Méd UV 2008; 8(1)