Fragmento

La dispepsia define la digestión difícil o dolorosa, resultado del fallo de alguna fase del proceso normal digestivo de transformación y absorción de los alimentos que son ingeridos por vía bucal, sin lesiones anatómicas o alteraciones orgánicas. El término proviene del latín dyspepsĭa, y éste del griego δυσπεψια, y engloba a la enfermedad crónica caracterizada por la digestión laboriosa e imperfecta. Sin embargo lo que en determinado momento es una dispepsia, puede transformarse en un estadio ulterior en una genuina enteritis. En las dispepsias, muy frecuentes, lo más llamativo son las fermentaciones o putrefacciones intestinales, con presencia de restos de alimentos mal digeridos en las heces. La digestión tiene lugar a todo lo largo del tubo digestivo y consta de dos tipos de fenómenos: mecánicos y químicos. Los mecánicos, de máxima relevancia en odontología, involucran la integridad de la morfofisiología de la acción masticatoria en la cual los alimentos se fragmentan y se mezclan con la saliva para formar el bolo alimenticio. Resulta evidente que la inadecuada preservación del aparato masticatorio influye de manera contundente en la prevalencia de trastornos de la digestión y absorción de alimentos. Los procesos químicos consecutivos permiten por su parte, la transformación de los diferentes alimentos (moléculas más complejas) en elementos asimilables (moléculas más simples) por el intestino, es decir, que puedan ser absorbidos por las vellosidades intestinales. Así los glúcidos o hidratos de carbono se han de convertir en azúcares de seis carbonos, sobre todo glucosa; las grasas en ácidos grasos y glicerina, y las proteínas en aminoácidos. La principal reacción química que se da en estos procesos es la hidrólisis, y para ello se necesita de los jugos digestivos que contienen las enzimas responsables de estas transformaciones.

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2010-04-06   |   1,642 visitas   |   5 valoraciones

Vol. 6 Núm.68. Marzo 2010 Pags. 6-7 Odont Moder 2010; 6(68)