Hepatitis B y C en el embarazo:

¿Estamos atentos? 

Autores: Velázquez Lea Karem, Giannopoulos Ioannis

Fragmento

La infección por virus Hepatitis B y C representa a nivel mundial un problema de salud pública debido a su elevada prevalencia y por ser causas documentadas de hepatitis crónica, cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular. Gracias a los métodos de despistaje, la detección de pacientes portadores para ambos virus ha ido incrementándose en los últimos años, y probablemente ésta sea la causa del aumento de la tasa de incidencia en la población general. En cuanto a la prevalencia mundial, se estima que cerca de 350 millones de personas en todo el mundo se encuentran en estado de portador crónico de Hepatitis B y 170 millones de personas son afectadas por el virus de la Hepatitis C. En Venezuela, ambas entidades comparten una prevalencia que va desde el 3.2 al 5% y a pesar que los datos disponibles son escasos, contamos con un reporte de los marcadores serológicos de Hepatitis B y C en mujeres embarazadas realizado en el estado Zulia, en el cual se recolectaron muestras serológicas de forma prospectiva desde Enero 2007 hasta Diciembre 2008 en 3.588 mujeres que acudieron a control prenatal, independientemente de su edad gestacional y características demográficas. El análisis de dichas muestras fue realizado en el Laboratorio del Sistema Regional de Salud y los resultados aportados por este estudio son de reconocida utilidad para el conocimiento de la prevalencia de éste fenómeno y su extrapolación a la realidad serológica de ésta población en particular. Debido al incremento progresivo del número de detecciones anuales, se ha hecho prioritaria la necesidad de informar a la población general acerca de riesgos y consecuencias del contagio, así como de la implementación de medidas preventivas para las principales fuentes de transmisión como son el contacto sanguíneo con pacientes portadores, el uso de drogas intravenosas, el uso de productos hemoderivados y el contacto sexual. Sin embargo, la vía de transmisión vertical (madre-hijo) por su baja incidencia, así como los efectos clínicos de la Hepatitis B y C en mujeres embarazadas, adolecen de la atención necesaria y la información disponible acerca de estos dos puntos en particular es escasa. En este aspecto, es menester preguntarnos: ¿Qué sabemos acerca de la Hepatitis B y C en el embarazo? ¿Cuál es la repercusión de la infección por Hepatitis B y C en las mujeres embarazadas? ¿Se puede prevenir la transmisión vertical?

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2010-06-25   |   1,070 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 64 Núm.1. Enero-Marzo 2010 Pags. 12-13 Revista GEN 2010; 64(1)