Fragmento

La creación de la Clínica de Tamiz Auditivo (CLITA), surge por la necesidad de detectar, prevenir y corregir las alteraciones auditivas de los pacientes hospitalizados en el Instituto Nacional de Pediatría (INP). Estos pequeños tienen múltiples factores de riesgo para sufrir un daño auditivo. Lo que importa es tratar de evitar las repercusiones de la baja de audición o la pérdida de esta función, con una intervención interdisciplinaria oportuna. El lenguaje hablado es la mayor forma de comunicación del humano. Esta facultad que se adquiere en los primeros años de vida y se va especializando, refinando y ampliando con la edad. Cualquier alteración en la audición causa un retraso del lenguaje. La alteración auditiva no es un trastorno aislado, de retraso auditivo verbal; también afecta el entorno familiar, social y educativo. Algunas destrezas motoras evolucionan al mismo tiempo que el desarrollo del lenguaje y pueden verse afectadas por un retraso del habla. Los pacientes hospitalizados en el INP, tienen mayor riesgo de sufrir este retraso por una lesión auditiva derivada de las enfermedades que padecen que pueden ser infecciosas, neurológicas, traumáticas, metabólicas, por prematurez etc. o causada por el empleo de fármacos con aminoglucósidos, diuréticos, quimioterápicos, etc.

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2010-07-15   |   1,087 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 31 Núm.3. Mayo-Junio 2010 Pags. 87-88 Acta Pediatr Méx 2010; 31(3)