Amibiasis, esquemas de diagnóstico y tratamiento

Autor: Zavala García Carmen

Fragmento

Esta patología es causada por un protozoo denominado Entamoeba histolytica el cual, entre sus particularidades, posee varios y diferentes genotipos. Debido a lo anterior, el ser humano puede ser infectado por más de uno de ellos, y como cada uno tiene diferentes características, algunos pueden generar diarrea, otros únicamente colonización o también originar un absceso hepático. Todo se inicia al ingerir un quiste —que es la forma infectante y el cual contiene cuatro núcleos— a través de comida o agua contaminada con heces fecales o a través de prácticas sexuales orales-anales. Posteriormente, el ciclo continúa con un trofozoíto uninucleado ya “desenquistado” que recubre el intestino grueso, reproduciéndose en la capa de moco, que es su primer receptor. Cabe comentar que la amiba por sí misma no tiene actividad citotóxica; sin embargo el evento más temprano observado en una célula intestinal expuesta al trofozoíto es una elevación del calcio intracelular, lo cual resulta en daño a la membrana celular y por último, fragmentación del DNA. A simple vista la lesión típica observada en el colon son úlceras en forma de cuello de botella. Se estima que existen de 34 a 50 millones de casos de amibiasis sintomática en el mundo, además de que este parásito es el causante de aproximadamente 100 mil muertes por año, cuya mayoría ocurre en África, India, Centro y Sudamérica. En México, un estudio realizado mediante serología en población abierta encontró una prevalencia de este mal de 8.4%. En los niños se distribuyó de la siguiente manera, de acuerdo con las diferentes edades: 1.9% en lactantes, 10% en preescolares y 14.5% en escolares.

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2010-07-20   |   2,204 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.392. Julio 2010 Pags. 11 Prescripción Médica 2010; 33(392)