Autores: Rojas Marcano Ileana, Castro María José, Chacón Luis, De Pablos José Félix, López Neiris, Urbina Medina Huníades
La rehidratación oral es el método de elección para la deshidratación leve y moderada por diarrea. sin embargo, en casos de shock hipovolémico, deshidratación grave, hiponatremia o hipernatremia severas, vómitos persistentes, íleo paralítico, en pacientes deshidratados con alteración de conciencia ó convulsiones y cuando ocurre deterioro o ausencia de mejoría clínica tras 8 horas de rehidratación oral, se debe indicar la hidratación endovenosa. Las indicaciones de la hidratación intravenosa varían dependiendo de la gravedad, del tipo (isonatrémica, hiponatrémica o hipernatrémica) y de los déficits de iones y ácido-básico asociados. Se realiza en 2 fases: la primera de emergencia para reponer la volemia si existe shock hipovolémico; y la segunda para reponer el déficit y suministrar las necesidades de mantenimiento de líquidos y electrolitos y las pérdidas concurrentes. Se calculan las necesidades basales de mantenimiento de líquidos y electrolitos por el método de Holliday-Segar y en caso de pacientes con peso mayor a 30 kg, se calculan de acuerdo a la superficie corporal del paciente. Los cálculos del déficit hídrico y de electrolitos se realizan siguiendo los esquemas y fórmulas específicas. Adicionalmente se tratan las complicaciones más frecuentes (acidosis metabólica e hipokalemia) en caso de existir indicaciones definidas. La hidratación del recién nacido deshidratado por diarrea es igual que en los lactantes, pero debe considerarse para el tratamiento, su particular balance hidroelectrolítico para evitar complicaciones. Para cada tipo de deshidratación (isonatrémica, hiponatrémica e hipernatrémica) se exponen ejemplos de cálculos para su tratamiento con hidratación endovenosa.
Palabras clave: Diarrea deshidratación fluidos por vía intravenosa rehidratación electrolitos ácido-base.
2010-07-27 | 50,317 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 72 Núm.4. Octubre-Diciembre 2009 Pags. 154-162 Arch Venez Pueri Pediatr 2009; 72(4)