Influenza pandémica 2009-2010, ¿en qué podemos mejorar la respuesta?

Autor: De la Hoz Restrepo Fernando P

Fragmento

En abril de 2009, en varias ciudades de México y Estados Unidos se detectó un nuevo virus de influenza A H1N1 que afectaba a los humanos. Inicialmente se logró comprobar que este agente era lo suficientemente diferente del virus estacional A H1N1 como para considerarlo una potencial cepa pandémica y, posteriormente, su contagiosidad y capacidad de propagación alrededor del mundo hizo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase que, en efecto, el mundo estaba sufriendo de una nueva pandemia de influenza después de 40 años. Hasta el momento, el comportamiento clínico del virus ha sido moderado, dado que su virulencia parece ser bastante similar a la de las cepas estacionales, pero con los conocimientos actuales no se puede descartar que en el futuro se presenten comportamientos más agresivos con una letalidad mayor. Aunque los organismos internacionales llevaban varios años preparando a los países para enfrentar una pandemia de influenza y existían avances en la preparación para enfrentar esta amenaza, el comportamiento epidemiológico del virus ha develado que los niveles de respuesta de los países son claramente desiguales. Para el 12 agosto de 2009, la OMS reportó la identificación de casi 180.000 casos de influenza por el virus nuevo y cerca de 1.500 muertes asociadas a ese agente. Llamaba la atención que más de 50% de los casos y de las muertes reportadas habían ocurrido en las Américas, mientras que regiones como África y el Medio Oriente aportaban menos de 3.000 casos y 10 muertes.

Palabras clave:

2010-09-21   |   1,191 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 29 Núm.3. Julio-Septiembre 2009 Pags. 337-338 Biomédica 2009; 29(3)