Malformaciones y anomalías congénitas:

impacto y futuro 

Autores: Bernal Villegas Jaime Eduardo, Zarante Montoya Ignacio Manuel

Fragmento

Nuestro país ha venido transformándose en las últimas décadas. Emulando la aplicación de programas de salud pública de los países desarrollados ha generado resultados palpables en la salud de nuestra población; sin embargo, esos avances generan mayores retos. El Plan Nacional de Salud Pública, 2007-2010 (Decreto 3039 de 2007) encara un cuatrienio novedoso en el desarrollo de políticas en salud, y tiene como primer objetivo la atención a los colombianos del futuro: nuestros niños. El plan ha adoptado la disminución de la tasa de mortalidad de los niños menores de uno y de cinco años como uno de los indicadores principales, reto de gran valía debido a los múltiples factores que forman parte de las causas de estos fallecimientos. El plan también propone grandes estrategias. Una de ellas, la vigilancia y el control de las anomalías congénitas, patologías que vienen consolidándose desde hace más de dos décadas en los primeros lugares de las causas de la mortalidad infantil y que causan serias discapacidades. No es una afirmación de poca monta: hoy en día, el 30% de los niños menores de un año que mueren anualmente en Colombia, lo hacen por esta causa. La revisión cuidadosa de la literatura nos ha demostrado que para la prevención o el tratamiento de este grupo de enfermedades se necesitan múltiples y audaces estrategias. Afortunadamente, la mayoría de ellas van a favor de la mejoría del conjunto de enfermedades comunes que actualmente hacen mella en la población infantil y, además, son de bajo costo, contrario a la creencia de los conductores del sistema de salud. Las anomalías congénitas no son un problema personal o familiar, son un grave problema de salud pública.

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2010-09-22   |   1,264 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 29 Núm.1. Marzo 2009 Pags. 7-8 Biomédica 2009; 29(1)