Preparaciones dentales, su clasificación

Autor: Rodríguez Blackwell Eloísa

Fragmento

En las cavidades dentarias elaboradas, se utiliza una terminología específica para referirse a las paredes, los ángulos, las caras y demás aspectos de los cuerpos geométricos formados al excavar, desgastar o modificar un diente para su posterior restauración. En toda preparación se debe atender a los siguientes factores cavitarios: a) espesor del esmalte, b) zona amelodentinaria, c) espesor de la dentina, d) profundidad total, e) inflexión del ángulo cavosuperficial, f) angulación de la pared con el piso o pared pulpar, g) angulación total de la pared con respecto a la superficie libre del diente, h) si los ángulos son agudos, redondeados o biselados, i) zona o línea amelocementaria, j) socavados o puntos retentivos, k) biseles, l) cajas en cavidades compuestas (proximal, bucal, lingual, palatino) y m) regularidad y homogeneidad de una pared. Estos factores están relacionados además con el tipo de material de restauración que se utilice. Cuando una pared cavitaria emerge hacia la superficie del diente, determina un ángulo o borde cavosuperficial. Este borde puede quedar intacto o ser biselado, dependiendo los requisitos cavitarios y el tipo de material de obturación que se va a utilizar. Las preparaciones, según su finalidad, se clasifican en: 1. Terapéuticas: tienen por objetivo principal devolver a la estructura dental su función perdida por un proceso patológico o traumático, o por defecto congénito. 2. Estéticas: para mejorar o modificar las condiciones comúnmente aceptadas del diente, desde un punto de vista occidental urbano. 3. Protésicas: para servir de sostén a otro diente, para reponer alguno faltante, ferulizar, modificar la forma y/o para cerrar diastemas. 4. Preventivas: para evitar una posible lesión. 5. Mixtas: cuando se combinan dos o más de los factores anteriores.

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2010-09-28   |   6,450 visitas   |   3 valoraciones

Vol. 7 Núm.74. Septiembre 2010 Pags. 15 Odont Moder 2010; 7(74)