Autores: Álvarez Bravo Alfonso, López de Nava Alfredo, Guerrero Carlos D, Ramírez Donato, Urrutia Ruiz Manuel
La Clínica Ginecológica, al igual que la clínica general o de cualquier otra especialidad médica, se sustenta en los cánones clásicos del estudio sistematizado y completo de la paciente, por medio de un interrogatorio que recoja la historia total del caso, de un examen físico de cabeza a pies que informe detalladamente del terreno en que evoluciona y de las repercusiones sobre el mismo, y de una exploración ginecológica, que practicada con método y doctrina, recoja pormenorizadamente los datos relativos. Indudablemente que con esta primera impresión clínica se tiene un diagnóstico de presunción, susceptible de corregir o al cual simplemente se va a corroborar o bien agregar detalles de máxima precisión, para redondear el diagnóstico cabal del caso. Antiguamente, el estudio clínico se detenía en esa primera etapa, se conformaba con el diagnóstico aproximado del caso, que podía ser erróneo o dejaba múltiples incógnitas por resolver. La Ginecología no contaba hasta 1900 con pruebas o procedimientos que permitieran proseguir el estudio clínico de la paciente para ahondar en las finuras de exactitud y precisión científica del diagnóstico, a que se llega hoy en día, por medio de los diversos Procedimientos Actuales de Exploración Ginecológica.
2010-10-20 | 1,734 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 78 Núm.8. Agosto 2010 Pags. 441-465 Ginecol Obstet Méx 2010; 78(8)