Fragmento

Múltiples estudios han demostrado que los niveles de Vitamina D descienden con la edad, pero la deficiencia de esta vitamina no solo ha sido asociada con el metabolismo mineral óseo, y el tono muscular. En últimas fechas el rol de la vitamina D en la prevención de enfermedades neurodegenerativas ha cobrado fuerza, ya que existen estudios que prueban su papel en la expresión de factores neurotróficos, neurogenesis, homeostasis del calcio, detoxificación y el aclaramiento de amiloide. Otros estudios recientes como el de Buell y Dawson-Huges enfatizan acerca del efecto neuroprotector de la vitamina D a partir de mecanismos antioxidantes, inmunomodulación, regulación neuronal del calcio y aumento en la conducción nerviosa. La relevancia clínica de estos hallazgos no había sido constatada hasta la publicación de trabajos en julio de este año en la editorial Archives. El primero de ellos evaluó la relación de niveles bajos de vitamina D y el decremento cognitivo o demencia en personas de la tercera edad medido mediante el minimental de Folstein. Este estudio perteneciente a un estudio prospectivo de nombre InCHIANTI que evalúo los factores de riesgo para discapacidad en la edad avanzada llevado en una población italiana de 858 adultos mayores de 65 años durante 8 años con un seguimiento mínimo de 3 años mostró que niveles de 25 (OH)D menores a 25 nmol/L, cifras que son consideradas deficiencias severas generan un decremento sustancial en la función cognitiva comparado con aquellos con cifras mayores a 75 nmol/L con un riesgo relativo tras un análisis de multivariables de 1.60 (1.19-2.0 IC 95%). Estos resultados se traducen en una disminución adicional de 0.3 puntos en el minimental de Folstein en los pacientes con deficiencia severa.

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2010-11-04   |   1,110 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.3. Julio-Septiembre 2010 Pags. 102 Arch Salud Sin 2010; 4(3)