Tratamiento de la inestabilidad vertebral.

Experiencia de nueve años, Hospital Juárez de México 

Autor: de la Torre González Diego Martín

Resumen

La inestabilidad vertebral es la pérdida de la capacidad de la columna vertebral bajo condiciones fisiológicas de carga para mantener la relación entre las vértebras, de tal forma que la médula espinal y las raíces nerviosas no sufren daño o irritación. La inestabilidad aguda se produce por ruptura de estructuras óseas o ligamentarias que exponen a la médula y a las raíces nerviosas a sufrir lesiones y a la columna deformidades. La inestabilidad crónica es la consecuencia de la deformidad progresiva que puede provocar deterioro neurológico. En este estudio, se revisaron 354 pacientes con diagnóstico de inestabilidad vertebral ocasionado por: Espondilolistesis, fracturas, infecciones, tumores primarios o metastásicos y posquirúrgicos por liberación del canal raquídeo por vía posterior. (Laminectomías amplias). Todos los pacientes tenían diagnóstico de inestabilidad vertebral con o sin compromiso neurológico, a nivel toracolumbar. El tratamiento fue con abordaje por vía posterior, 267 casos con sistema de fijación transpedicular, y con abordaje para vía anterior extrapleural o retroperitoneal con la implantación de placa y tornillos 87 casos. Los 6 primeros años los sistemas de fijación se elaboraron en acero inoxidable y los últimos tres años en titanio. Conclusiones: El abordaje de la columna vertebral por vía posterior cada vez se practica menos en comparación con las décadas anteriores, se limita a padecimientos como espondilolistesis, fracturas con menos de 40% de compromiso del cuerpo vertebral y estabilización poslaminectomías amplias. El uso del material de titanio nos da más tolerancia y es de alta resolución para la toma de nuevas imágenes de resonancia magnética.

Palabras clave: Inestabilidad vertebral fijación transpedicular osteosíntesis vía anterior vía posterior.

2010-11-05   |   851 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.1. Enero-Abril 2003 Pags. 21-27 TRAUMA 2003; 6(1)