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La presentación de una nueva enfermedad transmisible es un riesgo real ante el cual los sistemas globales de salud deben estar siempre vigilantes y preparados para responder con prontitud. Hace pocos años escuchamos sobre el surgimiento del SARS en China, y estamos enterados de casos humanos de infección por virus H5N1 de la influenza aviar. En las últimas semanas fuimos testigos de la aparición de un nuevo virus y de su rápida diseminación en países de otros continentes. Las epidemias ocasionan daños económicos cuantiosos, como los que nos causó el virus A H1N1. Varios de estos virus desaparecen tan rápido como llegaron, mientras que otros permanecen y se vuelven parte de la vida cotidiana de nuestra sociedad; el VIH alguna vez fue un nuevo virus emergente. Ante la llegada de nuevos patógenos, la población pone mayor énfasis en el cumplimiento de las medidas básicas de higiene, las más elementales, las que son parte de nuestra educación desde la infancia. Pero nosotros, los profesionales que nos encargamos del cuidado de la salud, debemos conocer y aplicar siempre los procedimientos más estrictos para el control de infecciones en nuestras clínicas y consultorios. Sabemos que muchos consultorios y clínicas estomatológicas cumplen con excelentes programas de control de infecciones. También estamos conscientes de que el entrenamiento disponible para los odontólogos sobre prevención y control de infecciones ha sido muy heterogéneo a través de los años entre docentes, en distintos planteles y en diversas regiones del país. En respuesta a las lecciones aprendidas recientemente, las instituciones de educación odontológica tendrán que formar más profesores debidamente actualizados, y junto con la Secretaría de Salud y las agrupaciones gremiales, podrán aumentar su oferta de cursos dirigidos a dentistas y personal auxiliar, pues todos debemos optimizar el seguimiento de las prácticas recomendadas para nuestra seguridad y la protección de nuestros pacientes. Dr. Enrique Acosta Gío Facultad de Odontología, Universidad Nacional Autónoma de México

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2010-11-09   |   951 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.4. Mayo 2009 Pags. 2 Rev Mex Odon Clín 2009; 3(4)