Resumen

Introducción: En México, la incorporación del niño a la dieta familiar reporta un aumento de consumo de alimentos de riesgo potencial como los dulces, frituras, refrescos, etc., favoreciendo hábitos inadecuados de alimentación que provocan patrones de desnutrición y obesidad con riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) en el futuro. Objetivo: Conocer los patrones alimentarios seguidos por las madres en la introducción de alimentos complementarios y su diversificación a través de la incorporación a la dieta familiar. Material y métodos: En junio 2007 se levantó una encuesta domiciliaria a través de entrevista estructurada a 32 madres pertenecientes al Programa de Seguimiento del Neurodesarrollo, que aceptaron la visita. Los grupos quedaron constituidos de la siguiente forma: 1) Periodo de lactancia de 1-5 meses; 2) Dieta de transición 6-12 meses; 3) Integración a la dieta familiar modificada 13-24 meses y 4) Integración a la dieta familiar de los 25 meses en adelante. Resultados: Se encontró que en el periodo de lactancia sólo tres infantes estaban siendo amamantados, la alimentación complementaria inicia al cuarto mes utilizando verduras, fruta y cereal. En la dieta de transición se observa una frecuencia de consumo variado en todos los grupos de alimentos. Durante la dieta familiar modificada aumenta el consumo de galletas, cereal industrializado, fideo y dulces. En la integración a la dieta familiar el consumo de dulces y refrescos aumentó 86%. Conclusiones: La incorporación del niño a la dieta familiar, actualmente representa un riesgo en el desarrollo de ECNT. Se requieren de estudios que exploren las representaciones y prácticas de alimentación familiar, para diseñar estrategias de información que orienten e impacten a los cuidadores.

Palabras clave: Hábitos alimentarios alimentación complementaria infancia.

2010-11-19   |   2,618 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 11 Núm.1. Enero-Junio 2010 Pags. 6-15 Rev Cienc Clín 2010; 11(1)